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Cogulló de Turp por la Cresta - Pou de Glaç y Sant Joan

🥾 Senderismo

📊 INFORMACIÓN GENERAL

📏 Distancia 12.8 km
⛰️ Elevación 677 m
⏱️ Tiempo estimado 4h 59min
🎯 Dificultad Medium
📍 Ciudad Cambrils

📖 DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

El Cogulló de Turp representa una de las ascensiones más fascinantes y exigentes de la comarca del Alt Urgell, constituyendo el punto culminante de la Serra de Turp con sus 1.616 metros de altitud. Esta ruta circular de 12,8 kilómetros nos sumerge en un recorrido de alta montaña que combina espectaculares panorámicas pirenaicas con elementos patrimoniales únicos como la ermita de Sant Joan de les Aneves y curiosidades geológicas como el Pou de Glaç.

La Serra de Turp configura un imponente macizo calcáreo situado en la margen izquierda del río Segre, actuando como límite comarcal entre el Alt Urgell y el Solsonès. Su morfología presenta el contraste típico de las sierras prepirenaicas, con formas suaves en la vertiente septentrional que contrastan dramáticamente con las paredes meridionales abruptas y enriscadas que se desploman sobre la hondonada de les Aneves.

El itinerario se inicia desde Cambrils, pequeño núcleo rural que constituye el punto de acceso natural a esta sierra. La primera parte del recorrido asciende gradualmente por pistas forestales bien conservadas, atravesando extensos bosques de pino silvestre y roble que proporcionan una agradable sombra durante las primeras horas de la jornada. Los primeros kilómetros permiten adaptar el ritmo mientras se disfruta de las vistas progresivas hacia el valle del Segre y las montañas circundantes.

La Font de la Pinyassa marca un punto de referencia fundamental en el ascenso, constituyendo tanto un lugar de descanso como el último punto fiable para el abastecimiento de agua antes de afrontar la parte más exigente de la ruta. Esta surgencia natural, situada junto a un claro en el bosque, ofrece agua fresca durante todo el año y representa un oasis de tranquilidad antes de adentrarse en terreno más agreste.

La ascensión al Cogulló propiamente dicha constituye la sección más técnica y espectacular del recorrido. El sendero, inicialmente bien marcado, se va difuminando progresivamente hasta convertirse en una sucesión de corredores naturales entre la vegetación mediterránea. Los últimos quinientos metros requieren cierta experiencia en orientación, ya que el trazado discurre por terreno abierto siguiendo vagos senderos de ganado y referencias topográficas.

La cumbre del Cogulló de Turp recompensa el esfuerzo realizado con una de las panorámicas más extraordinarias del Prepirineo catalán. El vértice geodésico, acompañado de un gran hito de madera y un pesebre con libro de registro, marca el punto más elevado de una atalaya privilegiada desde la cual se contempla una vista de 360 grados sobre los Pirineos y Prepirineo. Hacia el norte se extiende la cadena pirenaica principal, mientras que hacia el sur se divisan las sierras del Aubenç, Montsec de Rúbies y de Ares, el macizo del Port del Comte, y en días especialmente claros, las cumbres del Cadí y incluso el Pedraforca.

El descenso por la cresta occidental constituye la parte más aventurera y técnicamente exigente de toda la ruta. Este tramo, que discurre sin sendero trillado siguiendo el filo del despeñadero, requiere máxima atención y experiencia montañera. La progresión se realiza aprovechando senderos de rebaños cuando es posible, aunque frecuentemente es necesario atravesar espesos bosques de pino con sotobosque de boj que dificultan y ralentizan extraordinariamente la marcha.

La travesía por la cresta incluye la superación de varios cerros y collados intermedios como el Roc del Roser, la Roca Alta, la Collada de Turp y el Cap de la Bòfia. Cada uno de estos puntos ofrece perspectivas diferentes sobre el despeñadero meridional y permite contemplar desde distintos ángulos la espectacular caída vertical hacia la hondonada de les Aneves. La vegetación densa priva ocasionalmente del espectáculo visual, pero los claros permiten disfrutar de vistas impresionantes sobre el abismo.

El Grau de la Serra de Turp representa el punto crucial del descenso, donde un sendero señalizado por hitos permite descender el despeñadero en dirección este. Esta bajada, inicialmente por un grauet rocoso, se convierte en un descenso técnico que requiere máxima concentración debido a la abundante piedra suelta y las características de tartera del terreno. La pendiente, aunque pronunciada, se mantiene dentro de límites manejables para montañeros experimentados.

La progresión por el Grau incluye el paso por varios barrancos y canales que se descuelgan de la cresta, creando un paisaje de gran belleza paisajística pero que requiere constante atención a la ruta. Las marcas esporádicas y los hitos ayudan en la orientación, aunque la experiencia previa en terreno similar resulta muy recomendable para afrontar esta sección con seguridad.

Sant Joan de les Aneves aparece finalmente a vista de pájaro, marcando el final de la parte más comprometida del descenso. Este pequeño núcleo rural, con su iglesia parcialmente en ruinas y casas tradicionales en diversos estados de conservación, representa un testimonio vivo de la vida rural tradicional en estas montañas. La Font de Sant Joan, situada junto al pueblo, proporciona una mina de agua regular durante todo el año y constituye un punto ideal para el descanso y refresco.

La ermita de Sant Joan de les Aneves, aunque modesta en dimensiones, posee un notable valor patrimonial como ejemplo de arquitectura religiosa rural adaptada al entorno montañoso. Las casas del núcleo, algunas habitadas esporádicamente, mantienen la estructura tradicional de la arquitectura pirenaica con muros de piedra y cubiertas de pizarra.

El Pou de Glaç constituye una de las curiosidades geológicas más singulares de la ruta. Esta formación natural, situada en medio del bosque y parcialmente oculta por la vegetación, representa un ejemplo notable de los fenómenos kársticos que caracterizan esta sierra calcárea. Su visita, aunque requiere una pequeña desviación del itinerario principal, añade un elemento de interés científico y paisajístico al recorrido.

El retorno hacia Cambrils se realiza inicialmente por pista forestal, ascendiendo con pendiente moderada hacia el mas Ronec del Soler. Este tramo permite recuperar fuerzas después de la intensa sección técnica anterior, mientras se disfruta de vistas constantes hacia la serra que acabamos de recorrer. Los bancales abandonados y las ruinas dispersas testimonian la antigua actividad agrícola en estas laderas.

La fauna de la Serra de Turp incluye importantes poblaciones de ungulados salvajes, especialmente jabalí y corzo, así como una rica avifauna rupícola en la que destacan las colonias de buitre leonado que nidifican en las paredes meridionales. Durante el recorrido es frecuente observar estas magnificas rapaces aprovechando las corrientes térmicas que se generan en el despeñadero.

Desde el punto de vista geológico, la Serra de Turp forma parte del conjunto de sierras prepirenaicas constituidas por calizas y dolomías del Mesozoico. Los fenómenos kársticos son abundantes, manifestándose en forma de lapiaces, dolinas y cavidades como el Pou de Glaç. La erosión diferencial ha modelado las características formas de esta sierra, creando el contraste entre las suaves lomas septentrionales y las espectaculares paredes meridionales.

Esta ruta requiere experiencia montañera previa, especialmente para la sección de descenso por la cresta y el Grau. Se recomienda realizarla en sentido inverso al descrito, comenzando por Sant Joan de les Aneves y ascendiendo por el Grau, de manera que las secciones más técnicas se afronten en subida. Las condiciones meteorológicas deben ser favorables, evitando días de viento fuerte o lluvia que comprometerían la seguridad en las secciones expuestas.