Mola de Terrassa natura
📊 INFORMACIÓN GENERAL
📖 DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
La Mola de Terrassa constituye una de las rutas de senderismo más accesibles y gratificantes del área metropolitana de Barcelona, una elevación de 552 metros que domina la comarca del Vallès Occidental y ofrece perspectivas panorámicas excepcionales sobre la ciudad condal, el macizo del Montseny y los Pirineos en días despejados. Esta montaña emblemática, conocida localmente como 'la montaña de Terrassa', representa el pulmón verde natural de la ciudad industrial y se ha consolidado como destino preferido para familias, senderistas principiantes y deportistas urbanos que buscan escapar del bullicio metropolitano sin alejarse excesivamente de la civilización.
El recorrido circular de 8.2 kilómetros comienza tradicionalmente desde el aparcamiento situado en la Carretera de Montcada, cerca del núcleo urbano de Terrassa, aprovechando la red de senderos señalizados que atraviesan el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac. El itinerario inicial discurre por caminos forestales bien conservados, serpenteando entre bosques mediterráneos de encina, roble y pino blanco que proporcionan sombra natural durante la ascensión progresiva hacia la cumbre rocosa.
La característica geológica más destacable de la Mola reside en sus formaciones conglomeráticas de origen miocénico, creando un paisaje de torres rocosas, cuevas naturales y farallones verticales que contrastan dramáticamente con la vegetación circundante. Estas peculiaridades geomorfológicas han convertido la zona en refugio tradicional de fauna mediterránea, incluyendo jabalíes, tejones, ginetas y diversas especies de rapaces que anidan en las paredes rocosas inaccesibles.
El sendero principal asciende gradualmente por la vertiente sur, ofreciendo múltiples miradores naturales desde los cuales contemplar el crecimiento urbano del Vallès, la silueta industrial de Sabadell y Terrassa, y las montañas de Collserola que separan la comarca del área barcelonesa. Durante el ascenso, los senderistas encuentran restos arqueológicos de antigua ocupación humana, incluyendo vestigios de construcciones defensivas medievales y refugios pastoriles que testimonian la importancia estratégica histórica de esta elevación.
La cumbre de la Mola recompensa el esfuerzo con un mirador circular de 360 grados que abarca desde el Mediterráneo hasta los picos pirenaicos, pasando por las sierras prelitorales catalanas y el conjunto montañoso de Montserrat. En condiciones atmosféricas favorables, la visibilidad alcanza el macizo del Canigó francés al norte y las islas Baleares al este, convirtiendo esta cima modesta en observatorio natural privilegiado del territorio catalán.
El descenso puede realizarse por la misma ruta o completando el circuito por la vertiente occidental, atravesando bosques más densos y húmedos donde proliferan helechos, musgos y flora típicamente eurosiberiana que contrasta con la vegetación xerófila de la ascensión. Esta variante permite descubrir fuentes naturales, antiguos carboneras y estructuras de piedra seca tradicionales que evidencian la actividad humana secular en estos parajes.
La accesibilidad de la ruta, combinada con su belleza paisajística y valor ecológico, convierte la Mola de Terrassa en destino ideal para introducir a niños y principiantes en el senderismo de montaña, ofreciendo una experiencia completa de contacto con la naturaleza mediterránea sin requerir preparación técnica especializada ni equipamiento alpino avanzado.