Creu de Gurb 100 Cims FEEC
📊 INFORMACIÓN GENERAL
📖 DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
La Creu de Gurb constituye uno de los miradores más espectaculares y accesibles de la Plana de Vic, ofreciendo desde sus 848 metros de altitud una panorámica excepcional sobre este territorio histórico de la comarca de Osona. Esta ruta circular de 6,8 kilómetros combina la facilidad técnica con la recompensa de alcanzar los restos de un antiguo castillo medieval y disfrutar de vistas incomparables sobre el corazón de Catalunya central.
El punto de partida se sitúa junto al cementerio de Gurb, pequeño municipio rural que conserva el encanto de la arquitectura tradicional catalana. Desde aquí se inicia el recorrido siguiendo las marcas del sendero PR-C 41, itinerario homologado que garantiza una orientación segura durante la mayor parte del ascenso. La primera referencia destacada es la Església de Sant Andreu de Gurb, construcción románica que testimonia la importancia histórica de este territorio en el desarrollo del cristianismo medieval catalán.
Los primeros kilómetros transcurren por una pista cómoda que atraviesa un paisaje característico de la Plana de Vic, alternando campos de cultivo con masías tradicionales dispersas por el territorio. Esta zona agrícola, dedicada principalmente al cultivo de cereales y forrajes, representa la esencia de la economía rural catalana y ofrece una perspectiva auténtica del modo de vida tradicional de la región.
El itinerario penetra gradualmente en zonas más boscosas donde encinas y robles centenarios crean un ambiente de bosque mediterráneo típico del Pre-Pirineo meridional. Estos árboles, algunos de dimensiones monumentales, proporcionan sombra abundante y refugio durante los meses de mayor calor, convirtiendo la ruta en una opción atractiva incluso durante el verano.
En un giro pronunciado hacia la derecha, la ruta abandona el PR-C 41 para adentrarse en el verdadero ascenso hacia la cumbre. Este punto marca el inicio de una zona más seca y descompuesta, donde la vegetación se adapta a condiciones de mayor aridez y exposición solar. La pista gana inclinación progresivamente mientras se aproxima a las masías del Puig, construcciones rurales que destacan por los enormes robles que las rodean, verdaderos gigantes vegetales que constituyen un patrimonio natural de valor excepcional.
Cuando la pista alcanza la puerta de una de estas masías, surge un sendero que conduce hacia la vertiente sur del Turó de la Creu de Gurb. Esta sección inicial se caracteriza por transitar por terreno polvorienta con desnivel creciente, pero pronto se interna en un bosque espeso que proporciona protección contra el sol y crea un ambiente fresco y agradable para la progresión.
El ascenso ofrece la posibilidad de elegir entre dos opciones: la ruta directa por un tramo muy descompuesto que presenta mayor dificultad técnica, o el sendero de la izquierda que realiza lazadas por terreno más estable y verde. Esta segunda opción, recomendada para la mayoría de excursionistas, permite disfrutar del ascenso con mayor comodidad y seguridad, atravesando zonas de vegetación más densa y variada.
Los tramos finales del ascenso presentan los momentos más delicados del recorrido, donde puede ser necesario utilizar las manos para mantener el equilibrio en algunos puntos específicos. Estos metros finales requieren cierta atención y prudencia, especialmente en condiciones de humedad, pero no presentan dificultades técnicas significativas para senderistas con experiencia básica.
La llegada a la cima del Turó de la Creu de Gurb recompensa el esfuerzo realizado con la visión de una gran cruz que da nombre al lugar y los restos fascinantes del antiguo castillo de Gurb. De esta fortificación medieval se conservan el pozo y las paredes del aljibe, elementos arquitectónicos que permiten imaginar la importancia estratégica que tuvo este emplazamiento en el control del territorio durante la Edad Media.
Las vistas desde la cumbre constituyen el verdadero tesoro de esta excursión, ofreciendo una panorámica excepcional de la Plana de Vic que se extiende en todas las direcciones. Este valle de origen tectónico, modelado por la actividad fluvial durante milenios, presenta un mosaico de campos de cultivo, núcleos urbanos y elementos geográficos que narran la historia del territorio catalán. En días despejados es posible distinguir las montañas del Montseny hacia el sur, las cumbres del Pre-Pirineo hacia el norte, y la silueta urbana de Vic como centro organizador de la comarca.
El descenso se inicia por la vertiente norte, caracterizada por mayor humedad y vegetación más densa. Este primer tramo vertical requiere precaución debido a las condiciones del terreno, pero pronto conecta con un sendero de pequeño recorrido que transcurre bajo un frondoso bosque de encinas. Esta sección del itinerario constituye una auténtica delicia para los sentidos, ofreciendo un ambiente de bosque maduro donde la luz filtrada crea efectos visuales espectaculares.
Los Terressos del Puig representan una formación geológica curiosa que añade interés científico al recorrido. Estas estructuras rocosas, modeladas por la erosión durante milenios, constituyen un ejemplo destacado de los procesos geomorfológicos que han configurado el paisaje de la región.
La pequeña ermita de Sant Roc, situada en el descenso, ofrece un momento de recogimiento y conexión con el patrimonio religioso popular catalán. Este templo rural, de dimensiones modestas pero gran valor simbólico, ha servido tradicionalmente como punto de referencia para los habitantes de la zona y lugar de celebración de festividades locales.
La Font del Puig marca el inicio del Bosc Encantat, proyecto educativo diseñado especialmente para familias con niños. Este bosque temático incluye diferentes especies arbóreas identificadas con carteles informativos y elementos de madera tallada que representan animales y formas fantásticas escondidas entre las ramas. Esta iniciativa convierte el final del recorrido en una experiencia especialmente atractiva para los más pequeños, fomentando el conocimiento y respeto por el medio natural.
El retorno a la Església de Sant Andreu de Gurb completa esta ruta circular que combina de manera excepcional el patrimonio natural, histórico y paisajístico de la Plana de Vic. Los 335 metros de desnivel positivo y las 2 horas y 30 minutos de duración la convierten en una excursión ideal para senderistas de todos los niveles, ofreciendo la satisfacción de alcanzar una cumbre emblemática sin exigencias técnicas extremas. La diversidad de ecosistemas, la riqueza patrimonial y las vistas panorámicas hacen de esta ruta una experiencia completa para descubrir uno de los territorios más característicos del centro de Catalunya.